domingo, 29 de enero de 2012

Mientras tanto, en un camposanto.

-Si una vez pensé que iba a encontarle sentido en este camino, al parecer terminé llegando a ningun lado. De hecho, nunca me pregunté qué estaba buscando en un principio. Quería tenerlo todo, pero terminé encontrando nada. En soledad me he encontrado varias veces, pero no estoy solo realmente. Tengo a todos ellos a mi lado. Llenos de ambisiones, y tambien de decepciones.

-¡Oh juventud, tan rapido te fuiste! Como la flama que pensaba estar siempre viva, pero que lentamente fue apagada por ese vacío que nunca pudo llenar.  ¿Será cierto que nacimos de la flama? Como decían los viejos en mis tiempos. O tal vez somos agua, ya que siempre estuvimos corriendo. Si me preguntaran ahora no sabría decir. Hasta creo que me daría miedo, porque tal vez, y sólo tal vez, lo sabría decir antes.

-Me pregunto que contestarían los otros. Nunca he tenido intenciones para preguntar, pero ahora, creo que mi curiosidad ha crecido lo suficiente. Aun así, no creo que me respondan. Están todos en su mundo, y digamos que ya ni el tiempo les preocupa. Al parecer ya tengo otra cosa que nunca podré llegar a responder, y si me respondieran, ¿para qué me serviría? Tal vez tengan tanto miedo como yo, y no quieran responder.

-Me gusta pensar de vez en cuando, hace que se llene el vacío de estos muros. Ya nadie habla por aqui, solo nos quedamos viendo hacia el cielo. Me dan tantas ganas de hablar, pero que lastima que ni siquiera pueda. Sus caras son como las mías, tal vez si me atreviera, algo alfín saldría de mis labios.

-Creo que es un muy mal momento para decir que soy claustrofobico.